caracol, col col
Y llegó el tiempo de irse. Un hombre que venía para el recambio semanal de la Junta del Buen Gobierno nos preguntó si la habíamos pasado bien. Nos dio la mano diciendo vuelvan, aquí son siempre bienvenidos, e ingresó al Caracol de Morelia . No pudimos mirar atrás. Con tristeza dejamos la pintura de Zapata diciendo Tierra y Libertad, el compa encargado de vigilancia cerrando la tranquera, la cocina ahumada por la leña humeda, los frijoles hirviendo en ollas tiznadas, los y las compas ordenando los barracones, las y los compas terminando de armar el informe para presentar a la Junta de Buen Gobierno entrante. Estamos afuera , estamos del otro lado, del lado del mal gobierno. Tierras muy similares (casi las mismas), bosques de pino o valles de maizales, motañas achaparradas o comidas por la selva, mujeres y hombres zapatistas, hombres y mujeres partidistas, todo se parece mucho. Y sin embargo la tranquera se cierra y estamos en este mundo paralelo que vivimos. Aquí este mundo de